Acaba de terminar hace un rato la F1 en este magnifico circuito. Recuerdo como hace un par de años tuve la suerte de poder ir a las 24 horas de Spa de la FIA GT con Javier, invitados por Sean Edwards. Lo 1º que piensas al decir Spa es en la Eau Rouge, pero eso solo ocurre hasta que llegas allí.
Una vez estas en el circuito, llama mucho la atención la ubicación del circuito. Realmente estás en medio del bosque, y el circuito sigue la orografía de la zona. Lo que se ve en la televisión se magnifica en la realidad, y eres consciente del tamaño y la diferencia de altura que realmente existe.
Llegamos un jueves por la mañana, y al hacer buen tiempo decidimos darnos una vuelta a pie alrededor del circuito para conocerlo tranquilamente. Nos encontrabamos en el box de Sean, que se ubicaba en el mismo pitlane que han usado hoy los equipos de F1. En la televisión se ve la bajada hacia la Eau Rouge desde La Source como una pequeña pendiente, pero en realidad bajar desde los boxes de la F1 hasta la entrada en la Eau Rouge supone bajar (y subir mas tarde…) 3 pisos por las escaleras, o bien por la rampa de acceso de coches.
En las fotos superiores, tomadas 10 minutos antes del inicio de la carrera el domingo, se puede apreciar bastante bien la gran diferencia de altura que existe. Ahora haremos una pequeña vuelta para contaros las cosas que más me llamaron la anteción, o que más me gustaron de todo el circuito.
Empecemos por el paddock. La parte de la zona nueva (zona de los F1 hoy), es bastante plana en el asfalto, con una ligera bajada casi al final llegando a La Source. En el interior de La Source, dentro del paddock, se hace a veces el parque cerrado o exibiciones de coches durante carreras, dejandolos aparcados para ser admirados por la gente.
Hay que bajar por el antiguo paddock (que también estaba en uso debido al gran número de participantes) para llegar hasta un tunel que te cruza al otro lado de la pista, necesario para poder ir a la Eau Rouge y el resto del circuito. Por la parte antigual del paddock se vende comida. Si alguna vez podeis ir, os recomiendo los gofres rellenos de manzana o frambuesas. Estan riquisimos recien hechos.
Pasamos pues por debajo de la recta y nos encontramos una explanada donde algunas compañias habian instalado simuladores, tiendas de ropa, etc. De ahí nos dirijimos a la Eau Rouge. Para subirla, hay que hacer como las cabras. Tirar por un camino de tierra que es bastante empinado. No nos caimos de milagro, pero hay partes en las que te resbalas al intentar subir por la tierra. Hay otro camino menos empinado pero hay que dar más vuelta. Desde arriba se ven las cosas de otra manera. Se tiene una vista increible de todo el paddock y la subida. Es simplemente espectacular.
Seguimos camino de Les Combes. En televisión simplemente parece una larga recta plana, pero la realidad es que son unos 800m de recta con una subida interesante. Al llegar a Les Combes nada mejor que detenerse un rato a descansar y aprovechar para ver los coches rodar. Lo que queda ahora es una gran parte de bajada, que también carga las piernas bastante.
En la salida de la curva Malmedy empieza la gran bajada, hasta la curva de Stavelot. En las siguientes fotos podeis ver la gran altura que hay desde los caminos para los espectadores hasta la pista, y ver los desniveles que los pilotos viven.
De aquí bajamos hasta Pouhon y su doble curva de izq. Desde la altura que se ve en la imagen superior bajamos hasta ponernos a la misma altura que la pista, pasando justo detrás de las protecciones de los neumaticos. Los coches van muy rápidos en esta zona, y hay que estar atentos por si alguno se sale y pudieran saltar trozos de puzolana o fibra. Andando andando se llega hasta una explanada asfaltada y a las curvas de Fagnes. En esta parte del circuito se encuentra también el circuito de karting de Spa. Al final me quedé con las ganas de probarlo, ya que a partir del viernes empezó el mal tiempo y el frio, lo que no daba muchas ganas de salir de la zona del paddock.
Pasado el karting y la curva de Stavelot, teniamos que cruzar por un tunel al otro lado de la pista para poder continuar. La zona era muy bonita, con muchos árboles a nuestra izquierda, que parecía que estuvieramos en la sierra paseando, mezclado con el sonido de la copa monomarca ferrari por nuestra derecha. Seguiamos andando y llegamos a la parada del autobús, ya remodelada pero aún con algunas zonas en obras. Las gradas de la recta de meta estaban sin acabar algunas, pero se podian usar. El viernes por ejemplo vimos una carrera de F3 desde esas gradas, practicamente para nosotros solos.
Así terminabamos una vuelta al circuito que más me ha gustado de todos los que he visitado, después de hora y media de paseo y con dolor en las rodillas por los desniveles. Espero que os haya gustado y que vayais a visitarlo en un futuro.
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