Volvemos con esta tercera parte de la prueba del Volkswagen Passat Bluemotion. En la primera parte repasamos un poco su historia, su acabado y extras (como el práctico Park Assist), mientras que en la segunda parte analizamos su exterior, interior y comodidad en general. Con esta tercera parte nos metemos de lleno en su habitabilidad, confort en el uso, respuesta del motor, etc.
Para poder analizar mejor la respuesta del coche pensemos un poco en sus pretensiones. Acabado Bluemotion, orientado a la eficiencia, junto con un coche familiar, del que se espera buen confort de rodadura, poco ruido aerodinámico, asientos cómodos para viajes largos y mucho espacio interior. ¿Tendrá todo esto que necesita?
Abrimos la puerta (ligera) y tras un acceso fácil nos sentamos en el asiento del piloto. Introducimos la llave en un hueco donde iría la llave tradicional (se mete todo la carcasa directamente) y tan sólo tenemos que apretar hacia adentro para arrancar. Apenas se notan vibraciones o ruido por parte del motor, buena señal.
Después a través de la regulación eléctrica del asiento encontramos una postura de conducción bastante cómoda y buena, terminando los ajustes finales con la posición del volante (que no es regulación eléctrica, pero permite regular tanto altura como profundidad). Ahora, una vez colocados y con el motor en marcha nos daremos un par de minutos para analizar todo lo que envuelve al conductor.
Empezando por el volante, su diseño es bastante bonito (algo subjetivo claro está) y permite agarrarlo cómodamente gracias a un aro no demasiado grueso. Su diámetro tampoco excesivo, y la posición de las manos permite acceder a la botonera de forma fácil. Eso si, la botonera no me gusta nada, me parece algo recargada y con unos botones pequeños.
Tras el volante, el cuadro de mandos (obvio), con unos diales grandes y fáciles de leer, y entre medias una pantalla lcd multifunción a color que nos ofrece mucha información, y que se complementa con la del navegador en algunos casos. Quizá este sea un pequeño problema para la mayoría de la gente, demasiada información de golpe, pero por suerte, sólo cuando estamos parados. En orden de marcha la información es la justa, para no distraernos.
Todo lo que el conductor puede tocar está al alcance de su mano. Quizá lo más incómodo sea acceder a los botones que están en la parte derecha de la palanca de cambios, pero tampoco mucho. El clima es sencillo de usar, y quizá más miga tenga el sistema multimedia y navegación con pantalla táctil, pero es intuitivo (al menos para mi). En resumen, te sientes cómodo sin sentirte encajado con acceso a todo lo que puedas necesitar. Es momento de pisar el embrague, engranar primera y salir a dar una vuelta.
Lo primero que se nota es que los pedales son suaves pero sin dejar de notarse, algo de agradecer en atascos sobre todo. El coche sale suave y el motor apenas hace ruido, aunque a medida que sube de vueltas se va filtrando algo más al habitáculo. Desde los primeros compases notamos que el coche se mueve suave, quizá demasiado. Parece que al motor le faltase algo de vida, y es que aunque sea 105CV, hay otros que tienen más soltura (1.6 dci de Renault por ejemplo).
Los CVs están ahí, pero dan la sensación de perezosos. No es difícil alcanzar el máximo legal, y una vez a esa velocidad el consumo está genial (sobre los 5 l/100Km ), pero si que habrá que jugar con el cambio para adelantar o subir alguna pendiente. Quizá 105 CV se queden algo justos, sobre todo con el coche hasta los topes, pero según me han contado, la versión de 120 CV anda parecida y con más gasto, con lo que la opción más lógica sería decantarse por este motor.
Mientras, su suspensión es cómoda por carretera y por ciudad, filtrando la mayoría de los baches e irregularidades. Podrás realizar un porrón de kilómetros sin cansarte mucho, aunque creo que es demasiado blanda, al menos en cuanto a apoyos del coche. Por otra parte tiene una gran maniobrabilidad para lo largo que es, por lo que en ciudad no tendremos excesivos problemas salvo los generados por su tamaño en calles más estrechas. El volante es suave y se va endureciendo con la velocidad, permitiendo un buen control del coche, aunque no es muy directo.
El cambio es suave y directo, pero es un aspecto del coche que ni destaca ni falla, cumple su cometido perfectamente y se hace algo invisible, lo que creo que deberían hacer todos los cambios de coche. Además contamos con indicador de cambio de marcha, para así maximizar la eficiencia del coche y ahorrar carburante.
En general es un coche bastante equilibrado, cómodo, amplio y con buena maniobrabilidad, pero esta versión necesita un motor más vivo y una suspensión igual de cómoda pero sin tanto balanceo en las curvas, sobre todo en carreteras nacionales (que es donde más se nota). Ideal para recorrer kilómetros por autopista sin despeinarse.
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