Desde que la crisis aprieta y el Jarama perdió el juicio por ruidos contra los vecinos de alrededor (que manda cojones, señor juez) el Jarama no levanta cabeza. Por ese motivo se decidió dar un cambio de aires al Trofeo Race de Turismos, organizado por el Jarama, y llamarlo Ecoseries.
Este cambio pretendía favorecer la participación bajo las nuevas restricciones sonoras y con un presupuesto más ajustado, en el que los comisarios del Jarama pusimos nuestro granito de arena trabajando gratis, por afición a las carreras y para mantener vivo al circuito.
Tras varios años las Ecoseries vuelven a ser el Trofeo Race de Turismos (TRT para los amigos), y en compensación por el trabajo realizado y por clamor popular, el Jarama organizó un evento en el que los comisarios serían los protagonistas. Este evento es el Jarama Marshal’s Meeting.
¿Y en qué consiste? Se trata de un rally de regularidad, con la particularidad de disputarse en el circuito del Jarama en vez de carretera abierta. En los rallys de regularidad las pruebas no son de velocidad, sino de regularidad (me acabo de quedar calvo). Esto traducido a la práctica significa que te dan una velocidad media y tienes que pasar por unos hitos (3 en esta prueba) en el segundo (medido a la milésima) exacto. Las diferencias entre la hora real de pasada y la teórica se van sumando, y quien tenga menos tiempo de desfase acumulado es el vencedor.
Como véis el objetivo es conducir lo más constante posible, lo más regular. Para participar hacía falta un coche y al menos el piloto, pudiendo llevar a un copiloto. En mi caso de copiloto vino Javier Ranz, jefe del puesto 13, que controlaría los tiempos de paso y calcularía las diferencias aproximadas para saber si íbamos bien o no.
Yo me ocuparía de conducir y mantener la velocidad constante, así como de calcular con las indicaciones de tiempo restante que me daba Javier si había que acelerar o reducir algo la velocidad.
Las reglas eran sencillas, habría una serie de vueltas a 60 Km/h y otras a 55 Km/h, no se podría reducir bruscamente la velocidad ni acelerar mucho de golpe. Para complicarlo se instalaron pancartas delimitando una zona previa a la frenada en la que estaba prohibido frenar. Si te pillaban, 10 segundos de penalización.
La prueba constaba de una tanda de entrenamientos para habituarse a la dinámica, en la que probamos diversas cosas, seguida de una tanda en el sentido habitual del circuito mezclando vueltas a 55 y 60 Km/h, y otra tanda final que se correría de noche, en sentido inverso y con todas las vueltas a 60 Km/h.
Se formaron 2 grupos debido a la alta participación (40 inscritos), y nosotros formábamos parte del primero. Empezó la sesión, y cuando estuvimos contentos con como salían las medias la tanda había acabado casi, pero más o menos estábamos preparados para nuestra primera participación en este tipo de evento.
Tras terminar la tanda de entrenos del segundo grupo y esperar un buen rato nos tocaba salir a pista, era la hora de la verdad. Es interesante, aunque no sea de velocidad, correr un evento de este tipo. Sentir si te vas a quedar corto o vas demasiado rápido y «no puedes» frenar, jugando con el freno motor o el gas mientras Javier hacía la cuenta atrás desde 10 segundos, y el gusto que da pasar justo en tu segundo por el hito.
En esta primera tanda real hubo unos 10 minutos de entrenos, donde ultimamos las cosas que nos quedaban un poco flojas, para después avisarnos desde isleta de que empezaba la parte cronometrada. Algunos participantes no entendieron bien eso, lo que causó que varios coches circularan a velocidades menores o mayores de las que debían, molestándonos a varios participantes y desconcentrándonos.
Aun así tras acabar nuestra tanda y la del segundo grupo nos llevamos una sorpresa tremenda. ¡Estábamos cuartos en la general! También hay que decir que las penalizaciones por frenadas nos ayudaron a escalar puestos, pero «sólo» teníamos 8 segundos de desfase en una tanda de casi 20 minutos.
Con la presión de ir en tan buen lugar y tan cerca del primero (apenas medio segundo), sumado a que ya era de noche y se circularía en sentido contrario (y más vueltas que en la tanda anterior) nos entraron un poco de nervios antes de empezar, pero desaparecieron tras la segunda vuelta, en la primera íbamos un poco acojonados de no ver una mierda las curvas y «no saber» cómo iban.
Hubo un par de ocasiones que nos pasamos unos segundos del hito, y sobre todo al final, tras tantas vueltas de noche, al contrario y mirando hojas y cronos se mareó el copiloto. Las dos últimas vueltas las hicimos un poco menos concentrados y algún segundo más nos salía por hito que habíamos perdido, pensando que perderíamos opciones ya a quedar en las posiciones más altas, y con esa sensación nos fuimos a la cena de todos los participantes.
Tras la cena empezaron a entregar diplomas de participación por equipos, empezando por los últimos. Iban diciendo nombres e iban saliendo compañeros y amigos en distintas posiciones (ejem Ricardo…), y nosotros esperábamos estar entre los 15 primeros. Se iban acercando a esas posiciones y nos íbamos mirando Javier y yo en cada posición que decían.
No salía nuestro nombre y las posiciones iban mejorando. Llegamos al top 10 y nos dió un suspiro pensando, no puede ser… Llegamos al top 5 y seguía sin salir nuestro nombre, seguíamos suspirando con cada equipo nombrado sin que dijeran el nuestro, y el «no puede ser…» se iba transformando en un «NO PUEDE SER…».
Llegamos al Top 3, todos expectantes con la tensión de haber llegado al podio de entre 40 participantes. Unos momentos de silencio y nombran al equipo de Sergio Fernandez Arza y Sergio Carretero. Nos entra la risa tonta… estamos mínimo segundos, ¡expectantes por saber el nombre del siguiente clasificado!
Otro silencio tenso… pasan pocos segundos pero a nosotros nos parecen minutos mientras tenemos los ojos como platos. Dicen el nombre y… éramos nosotros. Segunda posición general con 22.9 segundos de penalización (a tan sólo 1.1 segundos del primero) en un tiempo total de unos 45 minutos rodando (2700 segundos aprox, y nos desviamos menos del 1% ¡nada mal!) Fue una pena tener la victoria tan cerca, pero muy contentos con el resultado.
Agradecemos al Jarama el esfuerzo realizado y a Nana la paciencia que tiene con todos los comisarios y lo que nos cuida, y esperamos que el año que viene se repita el evento, que por supuesto lucharemos por la victoria.
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