Racing is dangeours. Es una de las cosas que no paro de repetir en mi cabeza estos días. Siempre que corres sabes que es peligroso, pero siempre piensas que será a otro al que le pasen las cosas. Y la realidad es, que siempre hay algo que nos hace acordarnos de esa primera frase. Otras veces he comentado accidentes fatales de pilotos, pero nunca de nadie que hubiera conocido. Desgraciadamente, ya no es el caso.
Y quizá peor que la muerte de alguien a quien conocías y a quien se le daba tan jodidamente bien conducir sea la manera, en el lado del copiloto, sin el control del coche y no por su culpa. Un accidente en carrera es trágico, pero un accidente durante un curso es peor, más que nada porque no te estás jugando nada. Este es mi pequeño granito de arena para el recuerdo de Sean.
A Sean le conocí primero de manera virtual allá por 2003-2004 en lo que primero sería F1RST2, posteriormente F1RST3 y finalmente TyKa. Yo era un paquete que empezaba, y él un top indiscutible, pero el ambiente era muy bueno y daba pie a charlar con mucha gente y hacer buenos y nuevos amigos.
Pronto me hice amigo de la «pandilla inglesa» entre otros, en los que estaba Sean, Stuart Moseley (otro gran piloto y una increíble persona), Neil Gardner, Richard Costello, James Littlejohn o Phil Quaife entre otros (con algunos más relación que con otros obviamente). No sé cómo pero acabé formando parte de su equipo virtual, Don’t Lift, del que todavía llevo en la visera del casco el emblema.
Tengo buenos recuerdos de esas carreras online al F1 Challenge y al rFactor, pero con respecto a Sean recuerdo una vez en una carrera del mod ETCC en Monza que le dije si me echaba una mano con los tiempos. Le pasé una repetición para que me comentara como mejorar, ¡y me mandó dos páginas de comentarios! No hace falta decir que no lo estaba haciendo muy bien ¿verdad? Conseguí bajar un segundo y quedarme a unas 6-7 décimas de los tiempos de pole, y eso sólo con un word, imaginad de lo que era capaz en un Track Day.
Más tarde, en 2005 fui a Londres con unos amigos y posteriormente me subí a Manchester. Hablando con Sean cuadré el viaje para acompañarle a Silverstone, ya que iba a hacer un test con un GT3 para correr la British GT y me invitó a acompañarle. Fue un buen día viendo cacharros rodar y charlando con él en los ratos que tenía libres.
Era muy buena persona, siempre andaba atento a la gente que le acompañaba, siempre te invitaba a que le acompañaras a las carreras si querías, te conseguía entradas, lo que fuera. Vino al circuito de Albacete en enero de 2007 a dar un curso y también nos invitó a ir y a darnos unas vueltas con él.
La siguiente vez que pude verle en persona fue también en el 2007. Nos invitó a ver las 24h de Spa que iba a correr con un Porsche RSR y no pudimos decir que no. En aquel entonces ya se le veía mucho más maduro a nivel de pilotaje. Corrió sólo 4 carreras de la British GT en 2005, y en 2006 se proclamó como el primer campeón de la nueva y flamante Fia GT3. Correr con un Porsche se le daba genial, y aun hoy lo seguía haciendo al volante de uno.
Rompieron motor y no clasificaron, tuvieron que salir a carrera últimos. El equipo lo formaban Sean, Sascha Maassen y el que ponía la pasta, Leo Matchitski. Creo que Leo corrió dos o tres horas nada más, ya que se puso a diluviar, y el resto se lo hicieron entre Sean y Sascha. Sean era un puto reloj vuelta tras vuelta con el diluvio típico de Spa. Era el más rápido de su categoría, y también de algunos coches más gordos. Era increíble ver a las 3 de la mañana como sector tras sector se iban calcando los tiempos con el tiempo que hacía. Consiguieron acabar terceros de clase y onceavos de la general de entre 46 inscritos.
Desde entonces Sean no hizo más que mejorar como piloto, mejorar sus resultados y hacerse un nombre cada vez más grande dentro del mundo del automovilismo. Se le iba notando que iba madurando como persona también, puliendo ciertos aspectos típicos de gente de 18 años (la edad que tenía cuando le conocí) y cierto estatus social, y siendo cada vez una persona más accesible, sincera, educada, simpática y agradable.
La última vez que le ví fue en un ambiente bastante distinto, ya que fue por la celebración del 30 cumpleaños de Stuart Moseley en la ciudad donde vive en Inglaterra. Estuvimos en casa de Stuart unos días, vimos a Sean y al resto de la pandilla, estuvimos en la fiesta por la noche, hicimos barbacoa otro día y lo pasamos genial hablando de todo un poco (pero mucho de coches, que al fin y al cabo todos cojeamos del mismo lado). No puedo decir que fuéramos íntimos amigos, pero sí que he tenido el placer de conocerle.
El martes, cuando conocimos la noticia de su muerte sólo había palabras de agradecimiento, menciones y reconocimientos a su calidad humana y de pilotaje. Sean habría llegado muy lejos de aquí a unos años. No dudo que hubiera ganado en Lemans, que habría vuelto a Spa a ganar, repetir la victoria en Nürburgring de este año y volver a fundir en la Porsche Supercup como estaba haciendo este año.
Este martes 15 de Octubre el mundo no sólo ha perdido a uno de sus mejores pilotos, sino también a alguien que lo daba todo por el automovilismo. Ojalá no hubieramos tenido que escribir estas palabras. Descansa en paz.
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Joder, acabo de ver esto y me he quedado de piedra. Depués de un montón de años me he decidido a montar el rFactor 2 y me puse el Blancpain. Entonces vi el nombre de Sean Edwards entre los pilotos y me dije «oñe, ¿este no era el del First2/Tyka? ¿Qué habrá sido de él?» Me metí en Internet para ver si era el mismo, y lo primero que vi fue lo de la muerte de un Sean Edwards en Australia, hijo de otro piloto y que había hecho de su padre en Rush salvando a Lauda (lo primero no lo sabía en su momento y de lo segundo, como he estado mucho tiempo desconectado de los sims y por tanto, de «la(s) pandilla(s)», tampoco me enteré). Seguía con la duda de si era el mismo Sean y he llegado a esta página.
Joder, qué tragedia. Recuerdo aquellos campeonatos que nos metíamos con el F1 Challenge, y recuerdo algunos de los reportajes de Don’t Lift visitando a Sean, y cómo llevaba el logo del equipo en su casco de competición. Ha sido fuerte enterarme así, pero más fuerte habrá sido para los que lo conocíais en persona y por aquel entonces seguíais más o menos en contacto.
Un abrazo.