Porque sí, porque vídeos como este no necesita mucha más explicación que el placer de ver a este hombre dar caza a un 997 MkII GT3 calzado con semis y el perseguidor con unos Federal 595 RS-R, como se tira, como juega con el volante, los cambios, el circuito, etc. Mola, ¡y punto!
Me sigue gustando como se ve tan cláramente la diferencia entre conducir un coche poco potente y uno bien gordaco en cualquier circuito (que tampoco es algo que no supiera ya de antes), y como cuanto más gordo el bicho, más gordos tienes que tener los huevos y más curvas van apareciendo. En fin… que sólo puedo recordar mi vuelta con el swift por debajo de 10 minutos (el coche hace 8:40) y echarme a llorar (aunque no iba a tope), pero ya volveré ya…
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Es curioso cómo lo saluda al adelantarlo y luego pierde la concentración. Envidia sana al del casco de Kocinsky.
Antonio, suerte este sábado en el Jarama.