No voy a negar que Elon Musk me parece un genio, uno de esos pocos emprendedores que marcan la diferencia, puesto que ya lo dejé claro con este pequeño artículo que escribí sobre él. Tampoco voy a negar que me muero por conducir el Tesla Roadster o trastear con la megapantalla del Tesla Model S, por eso la noticia de hoy me parece relevante e interesante.
Todos sabemos que dos de los puntos débiles de los coches eléctricos son autonomía y velocidad de recarga. Del primero Tesla ha conseguido en cierta manera «solventar» o mejorar este problema en conducción normal (257Km la batería de 40 kWh, 370Km la de 60kWh y 483Km la de 85 kWh), siendo la autonomía del Model S igual a la de algunos utilitarios.