Como ya conté hace poco, sabéis que me gustan los coches viejunos. Tienen algo especial que los coches nuevos no tienen. Al revés también claro está, y no significa que los coches nuevos los vea peores. Desde luego cada vez se avanza más en muchos campos, desde neumáticos, chasis, suspensiones, columnas de dirección, etc.
Pero hoy me apetece hablar sobre la competición tal y como se ve ahora, y tal y como se veía hace años. Desde que Alonso ganó en 2005 (con rima y todo), mucha gente se empezó a aficionar por la F1. ¿Pero cuál es el problema de la F1? Es demasiado aburrida en pista, y muchas carreras me recuerdan a un capítulo de los Simpson, donde iban a ver la nascar y se lo pasaban bien sólo cuando alguien se estrellaba. Algunos diréis que la F1 reciente tiene algunos momentos de acción, y adelantamientos muy buenos como:
Pero nada más lejos de la realidad. No le voy a quitar el mérito al adelantamiento, y menos yo que soy un piloto amateur que no le llega ni a la suela de los zapatos a Hakkinen, pero hay que reconocer que hay otras categorías donde la acción es mucho mayor, y ofrecen un entretenimiento al espectador superior.